La Guardia Civil detiene a un colombiano de 18 años como uno de los presuntos autores de la agresión
Los excesos que cada fin de semana se están produciendo
en El Zoco de La Manga, al amparo de los botellones, están sobrepasando
la frontera del vandalismo hacia la violencia pura y dura. De otra forma
no se entiende la paliza que sufrió un vigilante de seguridad privada
que fue atacado por unos jóvenes que le causaron policontusiones y le
abrieron la cabeza.
La agresión se produjo en la pasada madrugada del jueves
al viernes, a las seis horas, cuando unos jóvenes con la cara tapada con
sus camisetas se abalanzaron por la espalda sobre el vigilante,
aprovechando que éste estaba realizando su ronda nocturna por los
locales hosteleros y de copas de El Zoco Alcazaba. Al llegar a la altura
del restaurante La Cabaña, agarraron a traición al guardia de
seguridad, y le robaron la defensa (porra) con la que le asestaron
decenas de golpes por todo el cuerpo y la cara.
El vigilante se defendió con todas sus fuerzas del
ataque, pero los golpes con la defensa y las patadas que recibió le
provocaron una brecha en la nuca, otra en el cráneo, un moratón en el
ojo y contusiones que no frenaron la ira de los agresores que no dejaban
de pegarle. Por suerte, un grupo de jóvenes que ponía el punto final a
una noche de fiesta y varios porteros de locales de copas de la zona, se
percataron de la brutal paliza y salieron a la carrera para ayudar al
vigilante, logrando espantar a los jóvenes. Pese a los golpes que
recibió con la porra, el vigilante no perdió el conocimiento, siendo
atendido en el centro de salud.
De momento, la investigación abierta por la Guardia Civil
ya ha dado sus frutos con la detención de uno de los responsables de la
brutal agresión, un joven de 18 años de nacionalidad colombiana y
residente en Cartagena, B.S.G.V., al que se le imputan tres delitos de
lesiones y otro de atentado contra un agente de la autoridad y que ha
sido puesto a disposición del Juzgado de Instrucción número 4 de San
Javier. Según la Benemérita, la pelea tuvo lugar cuando el vigilante
identificó a un joven como el causante de la rotura de las lunas de un
vehículo. La Policía Local colabora en la búsqueda del otro agresor, «y
ya existen posibles sospechosos».
El vigilante de seguridad está de baja y ya ha sido
sustituido por otro compañero. Tras seis años de experiencia en el
sector, asegura que «aquello es una batalla campal. Yo conocía La Manga
pero no me imaginaba ese descontrol. Hay un problema de seguridad
ciudadana, dos jóvenes me cogieron por la espalda; con la cara tapada y
me apalearon. Estoy vivo gracias a que había un médico en la zona. No
dejaré mi trabajo pero quiero que la Guardia Civil los coja».
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